BEZIERS
A los 15 años, una exposición de Picasso provocó un choque formativo en Narbero, marcando el inicio de un intenso viaje artístico. Durante más de medio siglo, su obra ha evolucionado en función de sus emociones: alegría, ira, duda y asombro. Cada lienzo es testigo de su pasión constante por los materiales, los colores y el juego de luces y sombras.
La exposición “Dolorès présente le Bréviaire d’Amour” (Dolores presenta el Breviario de Amor) lleva este enfoque sensible al corazón del claustro de la catedral de Saint Nazaire.