TOULOUSE
En torno a una mesa del tiempo, entre música y palabras, radiocasetes y vinilos, Eliot Saour y Karine Monneau sacan también sus sombreros: mesas de formica, comidas familiares, retretes en el patio, revoluciones, peleas de perros, sesiones de gimnasia tónica, teléfonos móviles, edificios que se derrumban y conversaciones para cuarentones.
En esta exposición, la memoria de las cosas y los sonidos, de las luchas y los acontecimientos, nos devuelve nuestro lugar en el mundo y arroja luz sobre nuestro presente, a veces tan difícil de comprender.