TOULOUSE
Ante nosotros se despliega un espacio híbrido, a medio camino entre un puesto de carnicero, una capilla repleta de coronas funerarias y un camerino de teatro. Aparecen fantasmas: pasan, nos hablan, bailan, habitan por un tiempo este lugar que es suyo.
A medida que aparecen, extraños y familiares al mismo tiempo, surge un mundo onírico, lleno de alegría extática, crueldad banal, dulzura feroz y heridas transformadas.