TOULOUSE
Lo que caracteriza a Alexandre es su dignidad ante la adversidad, como Beethoven o Mahler. Cuando interpreta el Concierto para piano nº 4, nos conmueve su movimiento central, un diálogo silencioso en el que el piano parece suplicar a la orquesta. Y con la Sinfonía nº 6, que el propio Mahler llamó “Trágica”, sentimos todo el peso del destino, que parece anunciar tiempos difíciles por venir.